Tal día como hoy, hace 2066 años, asesinaron a Cayo Julio César en la Curia de Pompeyo:
Today in 44BC Julius Caesar was assassinated, marking end of the Roman Republic & start of the Empire pic.twitter.com/IYa5vnPfR9
— Roman History (@romanhistory1) March 15, 2022
Fueron 23 las puñaladas que cambiaron el curso de la historia.
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Uno de los recuerdos que más afloran de mi memoria de cuando vivía en Dublín es la impresión que me causó el centro de la ciudad. Impactaba el que pudieras encontrar, junto a maravillas como el Trinity College, la General Post Office, o en zonas tan estupendas como St. Stephen’s Green, y prácticamente sin solución de continuidad, edificios tremendamente degradados, algunos por el paso de las décadas, y otros directamente por tropelías urbanísticas.
Alguna que otra vez bromeé diciendo que a estas zonas le hubiera venido bien, para mejorar su estética, el sufrir un bombardeo de la Luftwaffe, sabiendo como sabía que Irlanda había sido un país neutral durante la II Guerra Mundial, y como tal -pensaba yo- había quedado libre de los horrores de la guerra, y del posterior proceso de reconstrucción por el que tuvo que pasar Centroeuropa en las décadas posteriores. Pero quién me iba a decir a mí que no podía estar más equivocado, y que la Isla de Irlanda también sufrió los embates de la guerra, materializados en bombardeos -precisamente- de la aviación alemana. Y es que esta es una historia bastante desconocida para la mayoría de los españoles.
El Bombardeo de Belfast. Belfast Blitz
Es preciso empezar esta historia algo más al norte. Recordemos que en la Isla de Irlanda existen dos países: la República de Irlanda, y el Reino Unido de Gran Bretaña, que incluye Irlanda del Norte. Si bien la República ganó su independencia del Reino Unido en 1922, tras el Alzamiento de Pascua de 1916 y varios años de guerra y siglos de dominación, seis condados del norte de la Isla cuya población era mayoritariamente protestante permanecieron en el Reino Unido, hecho que causaría graves consecuencias en las décadas posteriores. La ciudad más importante de estos condados, y que pasaría a ser la capital de Irlanda del Norte, era Belfast, que contaba con una potente industria naval, así como de represantación gubernamental por parte de la Corona. Al estallar la II Guerra Mundial, la ciudad -debido precisamente a esta industria estratégica en tiempos de guerra- pasó a ser un posible objetivo de los alemanes, a diferencia de lo que ocurriría con la República, que permaneció neutral durante la guerra, y que en todo momento mantuvo contactos diplomáticos con el III Reich.
La II Guerra Mundial empezó con la toma de Polonia por parte de Alemania, y la declaración de guerra por parte de Francia y Reino Unido a este último país, pero en los primeros meses de guerra se vivió una inusual calma en el frente occidental, la conocida como drôle de guerre. Calma que no duraría mucho, ya que fue seguida por el espectacular ataque y derrota de Francia con las tácticas alemanas de la Blitzkrieg. El siguiente paso era Inglaterra, y a diferencia de la conquista de Francia, el peso de las operaciones los llevó el arma aérea alemana, con una serie de ataques y bombardeos que pasarían a la historia como El Blitz. Si bien el Blitz tuvo su foco en las ciudades inglesas y galesas, no fue desdeñable el impacto que sobre otras ciudades británicas tuvo esta parte de la guerra: bien conocidos son los ataques sufridos por Londres, Coventry, Manchester, Cardiff, Liverpool o Sheffield. Y Belfast no se iba a quedar al margen.
El Blitz de Belfast tuvo lugar en cuatro oleadas:
Además de estos grandes ataques dirigidos sobre Belfast, hubo una serie de bombardeos preliminares sobre Irlanda, posiblemente provocados por aviones alemanes que fallaron sus objetivos en Glasgow y otras ciudades del norte de Inglaterra. Recordemos que la orientación en aviación en aquellos años aún no estaba tan perfeccionada como en la actualidad, y era sencillo desorientarse y perder el rumbo, especialmente en vuelos nocturnos. Estos pequeños ataques tuvieron lugar a finales de marzo de 1941.
Los bombardeos de Dublín
La República de Irlanda no se mantuvo ajena a estos bombardeos. El Taoiseach Éamon de Valera protestó de manera formal ante el gobierno aleman, argumentando que los norirlandeses también eran “nuestra gente”. Además de esta protesta formal, apenas dos horas después del bombardeo del Martes de Pascua, bomberos del lado sur de la frontera (71 hombres y 13 camiones) se desplazaron a Belfast para ayudar en los esfuerzos para extinguir los incendios provocados por las bombas alemanas. Dichos bomberos se desplazaron desde Dundalk, Drogheda, Dublín y Dún Laoghaire. Esta última acción se apunta como una de las posibles causas del posterior bombardeo alemán de Dublín. Éste se produjo el 31 de mayo de 1941, en el que 4 bombas alemanas cayeron en el barrio de North Strand, en el norte de Dublín, matando a 28 personas, y dañando entre otros la casa del Presidente de la República.
En toda Irlanda se registraron los siguientes bombardeos alemanes:
Para finalizar, en cuanto a las razones de los bombardeos sufridos por la República, se han apuntado diversas causas:
Referencias
Etiquetas: éamon de valera, belfast, campile, carlow, dún laoghaire, drogheda, dublín, dundalk, irlanda, irlanda del norte, kildare, managhan, meath, north strand, phoenix park, wexford, wicklow
Tal día como hoy, hace 100 años, aconteció el mayor desastre militar moderno del Ejército Español, durante las labores de toma de control del Protectorado del norte de Marruecos, conocido como el Desastre de Annual. Este hecho fue el punto de partida de una serie de desastres que se fueron encadenando en España: golpe de estado y dictadura de Primo de Rivera (dado en parte para tapar la implicación del Rey Alfonso XIII que se iba a desvelar durante la presentación en cortes del Expediente Picasso, que investigó la responsabilidad del Desastre), advenimiento de la Segunda República, período de esperanza pero tremendamente inestable, que devino en el Alzamiento de 1934, y el trágico estallido de la Guerra Civil, y la posterior dictadura del General Franco, precisamente un africanista.
Y en referencia al Expediente Picasso, se encuentra digitalizado y es posible consultarlo en línea. Estremecen estos tres telegramas:
El primero, del General Silvestre, Comandante General de Melilla, y jefe de las operaciones que se estaban llevando a cabo:
…en el que se informa de la evacuación de Annual en términos como estos:
…y ante la imposibilidad [de] conseguirlo ordené evacuación acogiéndose protección mayor parte guarnición después de inutilizar material.- Jefes y Oficiales muertos en alambrada suicidados. Retirada muy sangrienta, recogiendo fuerzas, repito mayoría territorio, en Anual, donde me quedo con las mismas, completamente rodeado por enemigo: debido situación gravísima y angustiosa me es urgentísimo envío de dos divisiones con todos elementos.- Intentaré toda clase [de] esfuerzos para conseguir salir [de] esta dificilísima situación que desconfío por tener cotadas comunicaciones, no cesando peticiones inmediatas pedirme auxilios que yo necesito.
El segundo, también del General Silvestre, a las 4:55h del 22 de julio:
…en el que reitera su grave situación, sin agua ni municiones, e informa de que intentará retirarse de Annual:
(…) me hace suponer [que] no he acertado a dar a V.E. idea exacta [de la] situación en que [se] hallan mis tropas en Anual, constantemente hostilizadas, aguadas que habrán de ser sangrientas, cortada por el enemigo mi línea de abastecimiento y de evacuación de bajas, no dispongo otras municiones más que para un combate y resolución comprometidísima que tomaré, aceptando toda responsabilidad, teniendo en principio idea de retirarme a Buynsa, Bentrieb y Beni-Said, recogiendo antes posiciones que me sea posible, en donde esperaré los refuerzos que V.E. me envíe.
Y, por último, el telegrama del Coronel Jefe de Estado Mayor, del 22 de Julio a las 17:50h:
…informando del suicidio del General Silvestre:
Tengo [el] sentimiento [de] participar a V.E. que según me comunica [el] hijo [del] Comandante general, acaba su padre General Silvestre de suicidarse al evacuar [el] campamento [de] Anual.
Escalofriante, aunque no menos que los 13.500 muertos por el lado español en los combates, tanto en Annual como en Monte Arruit, torturados y degollados por los rifeños tras su rendición.
Etiquetas: annual, general silvestre, monte arruit
El pasado sábado realicé con Ana y mis padres una visita arqueológica por la Córdoba romana. Se trataba de una visita encuadrada en el Programa Escolar “Arqueología y Enseñanza”, organizado por el Grupo de Investigación PAI HUM 236 a través de ArqueoCórdoba, y al que han asistido mis padres. Pues bien, cuando tuve conocimiento de que iban a realizar la visita, me faltó tiempo para ir junto con Ana y colarnos en la excursión.
El recorrido consistió en una variación de la Ruta 1: Santos Gener, que organiza ArqueoCórdoba, especialmente adaptada para que los docentes puedan posteriormente acudir con sus alumnos en visitar escolares organizadas.
La primera de las paradas fue la visita a las cloacas de la calle Antonio Maura, encontradas en la construcción de los nuevos edificios que se encuentran junto al parque de la Veterinaria.
Se trata de una serie de tres cloacas (una principal y dos accesorias), con sus correspondientes pozos de registro, así como los restos de una calle romana, que han sido conservados en los sótanos del edificio de nueva construcción.
La segunda parada de la visita fue en los mausoleos de la Puerta Gallegos. Aunque no entramos en el mausoleo principal (y que sí pude visitar hace algunos años, justo tras su restauración), sí que lo hicimos en la sala adjunta existente en el otro mausoleo, y en el que estuvimos viendo un audiovisual y una pequeña exposición sobre los ritos funerarios romanos.
En tercer lugar, bajamos a los restos de las termas romanas de la calle Concepción, que se encuentran en el edificio de Bershka. Los restos conservados en este caso son escasos, y lo único que han llegado hasta hoy ha sido gracias a la suerte de que el lugar donde hoy se levanta el edificio fue durante muchos siglos el patio de un convento de monjas.
Como detalle destacado de las termas, se sabe que éstas no son unas grandes termas públicas, que aún no han sido encontradas en la ciudad de Córdoba, sino parte de un edificio de termas de carácter comercial probablemente privado, dadas sus pequeñas dimensiones.
En cuarto lugar, visitamos en las sedes de Cajasur los fragmentos de la muralla romana y un mosaico encontrado en la zona, y que se encuentra expuesto in situ:
Antes de continuar hacia la Diputación, hicimos una parada no prevista: la visita de la muralla conservada en las cocheras de Ronda de los Tejares, 13, que es de acceso público con tan sólo pedir acceso al portero. La muralla se ha conservado en dos de las plantas de cocheras, y los restos visibles datan de la época republicana. Son visibles los dos lienzos de muralla (interior y exterior, sin los varios metros de ancho de relleno de escombro) y parte de una torre.
A continuación, vimos los restos de muralla existentes en superficie, en la Puerta del Osario, junto a Plaza Colón, antes de dirigirnos a la Diputación, para ver dos restos diferenciados: la tumba de la Diputación y lo que pudiera ser parte de un sistema de hidráulico.
El sistema hidráulico no se encuentra completamente identificado, ya que no se han conservado elementos auxiliares que permitan identificarlo con total precisión. Por lo que nos explicaron, bien podría tratarse de unos depósitos de agua de época romana, una piscina bautismal paleocristiana, o ambas cosas a la vez.
En cuanto a la tumba romana, se tiene constancia de que está relacionada con la burguesía minera que existía en la antigua Corduba, enriquecida gracias a las minas de Sierra Morena. Se cree que la tumba perteneció a Marcus Aerarius Telemachus, liberto y médico de la Societas Aerariorum (compañía minera encargada de la extracción de cobre de Sierra Morena). Marcus Aerarius debió ser un personaje de notable importancia, puesto que la tumba gozaba de un lugar privilegiado junto a la Puerta Norte de la ciudad, en la vía que unía Corduba con Emerita Augusta.
Por último, nos dirigimos a Santa Rosa, donde pudimos ver los mosaicos conservados en la villa romana encontrada en la c/ Algarrobo, 9.
Por desgracia, no pudimos realizar la visita a los restos conservados en el edificio Villa Toscana, ya que hay un conflicto entre vecinos y Ayuntamiento que impide realizar por el momento la visita.
Como balance, sólo puedo decir que fue una visita magníficamente aprovechada. Dado que todos los meses ArqueoCórdoba organiza visitas a esta y otras rutas, no puedo menos que animar a todo el que quiera conocer más de la historia de nuestra ciudad a apuntarse a ellas. No quedará decepcionado.
Etiquetas: córdoba, corduba, visita guiada
Hace algunas semanas, durante una noche de insomnio encendí la radio, y empecé a escuchar el programa Milenio 3, de Fríker Jiménez. A diferencia de lo que me ocurre con la versión televisiva del programa, Cuarto Milenio, disfruto bastante de este producto radiofónico, ya que el formato que Jiménez aplica a sus programas, a mi modo de ver, se ajusta mejor a las ondas radiofónicas que al tubo de rayos catódicos: y es que hay que tener en cuenta que, de toda la vida, una historia de miedo se ha transmitido mejor con una voz queda, apoyada como mucho por una buena lumbre, que con toda una parafernalia de imágenes que aturdan y distraigan al espectador del objeto central, que no deja de ser la historia en sí.
Decía, pues, que escuchaba a Jiménez narrar su historia. Y en este caso, la historia se situaba en la verde Irlanda. Y era, misterios y demás morralla efectista de relleno aparte, asaz truculenta. Y tan apasionante que se podía soportar el que quisieran llevar el agua a su molino ocultista.
Pongámonos en situación. 10 de septiembre del año 1580. Irlanda, durante las Rebeliones de Desmond. Un conflicto entre dos familias de ingleses viejos, los Fitzgerald de Desmond y los Butlers de Ormonde, enfrentados por conflictos de tierras e influencia del gobierno británico, acaba convirtiéndose en una guerra de religión en la que España mete la cuchara, con un doble objetivo: extender el ámbito de la Contrarreforma en las Islas Británicas, y hacer la puñeta a base de bien a la reina hereje Isabel I, promoviendo una rebelión en su patio trasero. 600 soldados españoles e italianos desembarcan en Smerwick, cerca de Dingle, donde una primera avanzada de tropas había desembarcado el 18 de julio del año anterior, y habían conseguido prender la llama de la rebelión en los condados de Munster, Cork, Kerry y Leinster, donde se consigue masacrar al ejército inglés en la batalla de Glenmalure. Las tropas, comandadas por el italiano Sebastiano di San Giuseppe, tratan de unirse al ejército insurrecto irlandés, pero fallan en su objetivo y son aisladas, por lo que San Guiseppe ordena batirse en retirada y refugiarse en el castillo de Dún an Óir.
Dún an Óir, o en español Fuerte del Oro, era una fortaleza situada en un viejo promontorio que databa de la Edad del Hierro, situado en las cercanías de la península de Dingle, y separado del resto de Irlanda por el monte Brandon, una de las montañas más altas de la isla. Las tropas españolas se encontraban, pues, aisladas por lo abrupto del terreno, además de por los 4000 hombres comandados por Lord Grey de Wilton, a lo que se añaden los navíos de guerra ingleses que bloqueaban la bahía de Smerwick y que, equipados con artillería pesada, empezaron a bombardear sistemáticamente la fortaleza.
Pese a contar con abundantes víveres, San Giuseppe decide, tras tres días de asedio, rendir el fuerte, en contra de los deseos de sus soldados, entre los que destaca la figura del español Hércules de Pisano, que intentó abortar la rendición intentando deponer y asesina a San Guiseppe. Asimismo, dos sacerdotes, uno irlandés y otro español trataron de sabotear la rendición, alterando la traducción entre ambas partes. Sin embargo, fueron descubiertos y crucificados.
Y es aquí donde termina el asedio y empieza la masacre. El conde de Grey, una vez que los soldados españoles e italianos han depuesto sus armas, ordena a sus hombres decapitar a los prisioneros. Dice la leyenda que durante dos días los soldados ingleses van decapitando, uno a uno, a los 600 soldados, más hombres, mujeres y niños irlandeses que se habían refugiado en el fuerte. Maniatados, unos junto a otro, mientras las cabezas de sus compañeros van siendo apiladas en un lugar que con el correr del tiempo pasaría a ser conocido como Gort na gCeann…el Campo de las Cabezas. El lugar de la masacre, por su parte, se conoce hoy en día como Gort a Ghearradh, el Campo del Corte.
Los cuerpos decapitados, por su parte, fueron arrojados al mar, desde el acantilado cercano a Dún an Óir y cuentan, que semana tras semana, muchos de ellos aparecían flotando en el mar, cerca de la bahía de Smerwick. Los lugareños les fueron dando, poco a poco, sepultura en las dunas que rodeaban la bahía, lo que ha provocado que aún hoy, cuando el temporal es muy fuerte y remueve la arena, salgan a la luz los restos de los desafortunados soldados de la expedición y de los pobres irlandeses que acudieron a buscar refugio bajo sus armas.
Hoy en día un sobrecogedor monolito, azotado por el viento y la lluvia, en el que aparecen doce cabezas cortadas, recuerda aquella infausta expedición:
Séales liviana la tierra a aquellos valientes soldados que murieron tan lejos de su patria. Espero poder, en breve, rendirles homenaje en el lugar en el que descansan, así como poder visitar otros lugares de Irlanda en la que la suerte de las armas nos fue más propicia. Dejo para otra ocasión el escribir un poco sobre Juan del Águila, interesantísimo personaje que también tuvo unas interesantes andanzas -mucho más afortunadas- por tierras irlandesas.
A continuación ofrezco algunos enlaces en los que se puede ahondar un poco en esta historia:
Rebeliones de Desmond
Second Desmond Rebellion
Siege of Smerwick
Ard na Caithne
La matanza de Smerwick
Milenio 3: ‘La costa de las cabezas cortadas’
Enlace al corte de Milenio 3
Etiquetas: ard na caithne, dún an óir, irlanda, smerwick